Aunque el ex emecista Enrique Alfaro, ahora "gobernador de todos los jaliscienses", por un lado se alzó con el triunfo de la mayoría de las alcaldías y de las curules del próxima Legislatura del Estado, sin embargo, Carlos Lomelí Bolaños es ya la sombra de AMLO en Jalisco.

     Será él quien supervise el correcto manejo de los recursos federales y de paso cogobierne con Alfaro, pues nombrará en todos los municipios delegados morenistas para supervisar dichos recursos, programas y acciones donde haya dinero de la Federación, y eso no le gustará nada a Enrique, ni a partido político alguno.

     No hay que olvidar que AMLO trae atravesado a Alfaro desde hace 6 años, pues en campaña cada que vino a Jalisco le recordó que con “traidores” no hará tratos, y si se le olvida esta frase a Alfaro, ahí está Carlos Lomelí para recordárselo cada que sea necesario.

     Otro pez gordo en la mira de López Obrador es nada menos que Raúl Padilla, quien esta vez ganando perdió, pues le apostó a Alfaro pero no al que moverá los hilos económicos desde Palacio Nacional.

     Lo dicen fuentes confiables… que para el “licenciado” el 2019 no será su año, pues a su “universidad” y sus señores feudales, cada año le llegan miles de millones de pesos de presupuesto para “infraestructura” pero el problema de fondo sigue ya que más del 50% de los aspirantes a prepa o licenciatura se quedan en el intento, mientras que directores de prepa en regiones apartadas, sin trabajar cobran jugosas nóminas superiores a los 50 mil pesos, casi sin trabajar, nomás porque pertencen al feudo del SEMS ¿Qué tal?

     Además, al “licenciado” le podrían venir auditorías reales de las 14 empresas universitarias, la mayoría de las cuales él preside; y de paso, se investigarían tantos y tantos privilegios de la burguesía dorada que desde hace casi 3 décadas, vive y reina dentro de la universidad de “los cuates”. Al tiempo.    

ALCADES PREPARAN MALETAS

     A nivel municipal, la transición democrática de los pueblos trae consigo alegrías y tristezas. A los ganadores, la sociedad le exige ya humildad, compromiso y entrega al trabajo con honestidad y que desaparezcan los ya institucionalizados “moches”, mientras que a los perdedores, les requiere madurez e inteligencia para adaptarse al trabajo de equipo y sobreponerse ante la adversidad por no haber conseguido el triunfo.

     Hay que recordar que el acomodo de los cabildos requiere de madurez entre las partes. Asignar comisiones no deseables o de “segunda” a los regidores de oposición es una tradición que debe terminar; la pluralidad y altura de miras de un Ayuntamiento se refleja en el trato de iguales y el justo reparto de responsabilidades a cada regidor.

     El o la presidente entrante debe ser puente y equilibrio y no el verdugo del trienio.

A la población en general y a los grupos políticos de todos los partidos que no serán gobierno, les queda de tarea demostrar su amor por su pueblo, y apoyar a sus autoridades. Sean del color que sean, serán sus gobernantes por los siguientes tres años, y para sacar adelante una administración y a una comunidad, es necesario ser solidarios, respetuosos y trabajar unidos por el bien común. Es tiempo de hacer equipo.