La pieza se trata de una mujer con una gran sonrisa, vestida con una falda de rosas, que representan a la “Ciudad de las Rosas”. Mide 8 metros de altura y tiene un peso de 7 toneladas (sólo la falda tiene un peso de 4 toneladas).
Esta obra forma parte de un conjunto de esculturas, principalmente para los que viven en la Perla de Occidente y para todos los visitantes y ya se cuenta con ocho figuras que están en todos los espacios públicos de la ciudad.
El Presidente Municipal, Enrique Ibarra Pedroza, afirmó que este programa enriquecerá el acervo cultural y el cariño de los tapatíos por la cultura. Descartó que fuera un gasto la inversión de 42 millones de pesos en las esculturas, “que representa el 1% de lo que se ha invertido en obra pública en toda la ciudad”.
Por su parte, el artista Sergio Garval, comentó que no fue un proyecto fácil por las cuestiones técnicas que conlleva, y agregó: “hay un agradecimiento especial al equipo del ayuntamiento porque han llevado paso a paso cada uno de los procesos, desde solventar cuestiones logísticas, administrativas, que solamente estando dentro uno se da cuenta de la complejidad de hacer una obra”.
Argumentó que en cada una de las etapas “no se ha regateado” por parte de las autoridades y le hemos metido todas las ganas en cada una de las partes. En la cuestión del diseño, plástica, artística, materiales de fundición; la idea es dejar para Guadalajara una obra que perdure, que trascienda, que en la medida en que podamos, que la ciudadanía pueda estar orgullosa de ella. La ciudad de Guadalajara merece este tipo de piezas”.