Ya en la segunda mitad del siglo 19, Don Benito Juárez, logró separar la Iglesia del Estado y acabó con muchos privilegios y abrió el camino de la justicia social. Hubo otros muchos mexicanos ilustres, dignos del mayor reconocimiento, pero creo que estos cuatro marcan la pauta.
Con esos antecedentes, y volviendo a los tiempos de transición que vive nuestro país, consideramos que México está en busca de un líder que sepa afrontar con sabiduría y valor los graves problemas de la Nación.
En estos tiempos de violencia corrupción y mercantilismo extremo, donde todo o casi todo se mide en términos económicos, hablar de patriotismo y honradez es una herejía. ¿Quién puede presumir hoy de patriota?, ¿quién se atreve a meter las manos por la honradez de un político? Casi nadie.
Por eso nos preguntamos ¿Qué es ser patriota? Es anteponer cualquier interés personal y de grupo al de la patria y al de la sociedad en general; es decir, primero está el servicio público, el interés de la gente, y si para ello es necesario el sacrificio personal, pues adelante: Así lo muestran con su vida y sus actos los héroes ya descritos.
Y ¿Qué es la honradez? Lo mismo: “Vivir en la honrada medianía económica”, como recomendaba Juárez a los funcionarios públicos.
A pesar de todo, es necesario destacar que los mexicanos contamos con un poderoso aliciente, que es el orgullo nacional. Somos una gran nación –con problemas, sí- pero también con enormes activos y riquezas, desde lo histórico como lo cultural, su arquitectura y recursos.
México vivió al inicio del siglo una aparente alternancia que valió de muy poco; la democracia casi tuvo un retroceso, aumentó la violencia y la corrupción; hay incertidumbre y desconfianza de los partidos y de sus líderes, al igual que de las instituciones electorales.
Dentro de poco, los partidos entrarán a la fase de selección de sus candidatos. Este 12 de agosto el PRI definirá su estrategia rumbo al 2108. Se dará un discurso, pero no darán a conocer la otra "estrategia" la de la guerra sucia que viene. El propósito es no dejar llegar a López Obrador.
El PAN atraviesa una fase similar. Todo hace suponer que Anaya encabezará a un panismo dividido por el ansia del poder, no por el amor a México. Los demás partidos -como siempre- sólo seguirán siendo comparsa de los dos primeros.
No obstante el descontento social, se tiene un panorama mejor. El pueblo comienza a comunicarse e interactuar por las redes sociales e influir en las decisiones de la clase política. Hagamos buen uso de ellas, informándonos y participando a fin de derrotar al "sistema" que nos ahoga y preparemos nuestra mejor arma lícita que existe: nuestra credecial de elector, y en junio 3 de 2108, disparemos a matar. Matemos la apatía, la corrupción, el clientilismo y demos vida a la democracia.